¿Te han propuesto invertir en un proyecto o trabajo? Si es así, seguramente han intentado convencerte de participar en ello prometiéndote una gran recompensa y asegurando que es una oportunidad única en la vida.
Ahora bien, es posible que lo sea, sin embargo, lo primero que debes hacer es conocer qué son las inversiones y el tipo de inversión que más te convenga.
Una inversión es destinar parte de tu capital a un tercero en espera de mejorar su rendimiento y obtener ganancias. Las inversiones son una excelente forma de aprovechar tus recursos si eliges la acción adecuada que garantice resultados positivos.
Existen dos factores que caracterizan a las inversiones, el primero es que los rendimientos son previamente calculados y establecidos con anterioridad en espera de grandes ganancias; sin embargo, no se puede librar del segundo factor, que es la incertidumbre o riesgo, es decir, el asignar tu dinero a esa acción o proyecto no quiere decir que consigas lo calculado si las cosas no salen como se planearon.
Cuando se trata de tus recursos, planificar una práctica financiera debe ser tu prioridad para que tus esfuerzos no sean en vano al momento de invertir, uno de los pasos importantes de esta planificación es identificar el tipo de inversión adecuada para ti.
Tipos de inversiones
Existen dos tipos de inversiones, las cuales se distinguen por el tipo de resultados que se esperan obtener:
- INVERSIONES EMPRESARIALES: son aquellas donde los recursos se designan a empresarios para lograr el desarrollo de una compañía y ésta genere ganancias con el tiempo. En este tipo, los inversionistas esperan un retorno de inversión establecido desde el principio, según las posibilidades de crecimiento que hayan proyectado.
- INVERSIONES FINANCIERAS: este tipo de inversión es la más común, en ella se adquieren valores relacionados con el mercado financiero, con el fin de obtener ganancias de los recursos destinados mediante el comportamiento de esos activos. Cada acción tiene reglas distintas y rendimientos específicos que han sido estudiados por los inversionistas para analizar las posibilidades de obtener ganancias seguras.
Las inversiones financieras se clasifican en dos grupos:
- POR EL PLAZO DE TIEMPO: Estas son las inversiones a corto plazo, es decir, aquellas a las que se recurre por una liquidez inmediata, y a pesar de que generan menor rendimiento. Su ventaja es contar con menor riesgo y protección económica; las inversiones a mediano plazo, estas cuentan con cierto margen de riesgo para generar ganancias a un plazo entre 1 y 5 años; y las inversiones a largo plazo, las cuales brindan ganancias para objetivos grandes, en un plazo mayor a 5 años, pero que presentan un mayor margen de riesgo.
- POR EL TIPO: Es decir, inversiones por: mercado monetario, bonos, acciones de renta variable, mercado Forex, acciones, índices de bolsa, metales, materias primas.
Invertir en cualquiera de estos casos sí puede ser una gran oportunidad para maximizar tus recursos; sin embargo, la cuestión no es elegir solo una de ellas, sino optar por la diversificación.
Diversificar tus recursos es destinar varios montos del total de tu dinero en distintos instrumentos de inversión para asegurar diversas ganancias; es decir, si inviertes en una sola acción y esta conlleva pérdidas, tus recursos invertidos habrán sido en vano.
Sin duda, contar con más posibilidades de ganancia es un movimiento inteligente de inversión, y uno de los instrumentos más beneficiosos es el fondo de ahorro para el retiro de tu Afore, donde podrás maximizar tus recursos para disfrutarlos al alcanzar tu jubilación.
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